Oselin


El despertar de Panov en Hague Gateway fue muy desagradable. La mezcla de vodka y bilis había impregnado un olor apestoso en el interior de Malenky. La cabina necesitaba una nueva limpieza a fondo.

Además del asqueroso aroma que le rodeaba, la resaca le regalaba a Panov un horrible dolor de cabeza junto a un leve malestar estomacal. Pero lo peor era esa otra sensación, tan punzante e incómoda: remordimientos.

Panov empezó a recordar lo acontecido el día anterior y su caída final en una espiral de frustración, odio y violencia. No podía dejar que volviera a ocurrir algo parecido, tenía que intentar controlar esos ataques de ira. Su comportamiento debería ser lo más racional posible si quería llegar a ser un honorable piloto, como deseaba en su fuero interno desde siempre.

No es que sintiera una gran empatía por sus congéneres menos afortunados que él. Pero una cosa era sentirse ligeramente superior a la mayoría de la plebe que habitaba la burbuja, y otra muy distinta masacrar pobres enfermos que luchaban por su supervivencia, aunque se tratara de una misión ofrecida legalmente por una facción menor sin demasiados escrúpulos. Por mucho que deseara subir de rango de combate para poder acceder a mejores naves, no podía hacerlo a costa de ejecutar a novatos e indefensos pilotos que transportaban a inocentes contagiados de una de las numerosas plagas que últimamente se extendían por la galaxia.

Panov pidió un servicio de limpieza de la cabina y, mientras este se llevaba a cabo, decidió dar una vuelta por la estación para buscar oferentes de misiones adecuadas a sus gustos, ética y nivel de pilotaje. En poco tiempo encontró a un representante de una facción que le ofreció una misión sencilla de transporte de combustible de hidrógenoGunter Station en HIP 5623. No es que tuviera una remuneración demasiado elevada pero era de lo mejor que podría encontrar con su bajo rango.

Panov regresó al hangar donde estaba Malenky. Era sorprendente lo buenos que eran los servicios de limpieza; la cabina volvía a estar impoluta como si la nave fuera nueva a estrenar.

El viaje hasta la estación de destino se produjo sin contratiempos; entregó la mercancía y en la cuenta de Panov se ingresaron unos pocos créditos más. Para amortizar el viaje de vuelta, Panov decidió llenar la bodega de la nave del producto disponible en Gunter Station que pudiera otorgarle más beneficios al venderlo en Hague Gateway. Consultó las bases de datos y encontró lo que buscaba: cerveza. Su cabeza y estómago protestaron ligeramente acordándose de lo que les había provocado el vodka la noche anterior, un primo lejano de la cerveza. Aún así Panov ordenó la compra de toda la cerveza que cupiera en Malenky y puso rumbo a Hague Gateway.

Viaje rápido, aterrizaje y venta de la cerveza. Los beneficios de la transacción comercial provocaron el ascenso de Panov a Buhonero en el rango de comercio. Y este ascenso le abría las puertas para acceder a una Hauler, una nave de comercio con bastante más capacidad que la Sidewinder que pilotaba en ese momento.



Estos progresos alegraron a Panov. Su situación mental había cambiado drásticamente respecto al día anterior. Tenía que perseverar, trabajar duro, controlarse y sus deseos se irían haciendo realidad poco a poco. Panov meditó sobre si seguir haciendo misiones para ir acumulando créditos y ascensos, o bien comprarse la Hauler y probar a trabajar para Aisling. Decidió darse una pequeña alegría y optó por la segunda opción.

Así pues puso rumbo a Medupe City en Cubeo para comprarse allí la nueva nave y cargarla con material de propaganda de Aisling que ayudara a extender su influencia sobre ciertos sistemas. Su aportación sería minúscula, inapreciable, apenas una gota en un mar de un mundo totalmente acuático. Pero le serviría para aprender y para sentirse realizado, al menos un poco.

Antes de saltar a Cubeo se acordó de que, la última vez que había estado por allí, había sido interdictado por una nave de una superpotencia rival enemiga que, afortunadamente, le había dejado escapar, seguramente por considerarlo demasiado novato e inofensivo. Esto provocó una fuerte desazón en Panov; pero no podía echarse atrás, no podía dejarse vencer por el miedo. Pulsó el botón de salto hiperespacial.

Sin embargo, esta vez el viaje en supercrucero por Cubeo se produjo sin ningún incidente y Panov pudo llegar a Medupe City de manera muy tranquila.

Una Hauler era una nave bastante barata, algo más valiosa que una Sidewinder pero de las más asequibles existentes. Panov se podía permitir comprarse dicha nave pero no así equiparla con los mejores componentes; para ello debería ganar bastante más dinero haciendo misiones y comerciando con productos.

Almacenó a Malenky en un hangar, con un pequeño deje de tristeza. No había estado mucho tiempo pilotando dicha nave pero le estaba empezando a coger cierto cariño. Panov se dijo que aquello no era una despedida, solo un hasta luego. Si quería ascender en el rango de combate debería usar a Malenky para luchar, ya que una Sidewinder era un poco más ágil que una Hauler.

La adquisición de la Hauler fue rápida. Mejoró algunos de los módulos de fábrica, pagó y ya se pudo sentar en su nueva niña bonita. Bueno, bonita tampoco lo era mucho. Las Hauler eran naves algo toscas, una especie de ladrillos volantes, muy funcionales para su tamaño, pero no demasiado estéticas. Eran como pequeños asnos, muy fiables y útiles para transportar mercancías, pero ni muy ágiles ni demasiado rápidas.

¿Cómo podía bautizar a esta nave? Panov utilizó la analogía anterior, burrito pequeño… Oselín, en la lengua rusa de sus lejanos antepasados. Si, Oselín era un nombre muy adecuado para una Hauler.

Y ahora a empezar a aportar a la causa de Aisling. Panov decidió cargar las 10 toneladas gratuitas de propaganda que le correspondían cada 30 minutos por su nivel inicial en la superpotencia. Según fuera ascendiendo de nivel podría disponer de más material. La otra opción para adquirir más material era comprarlo, hasta donde llegara tu dinero; pero Panov no era tan tonto como para gastarse sus escasos ahorros en un poco de propaganda que apenas supondría ninguna diferencia para la causa de Aisling.

La propaganda debía llevarse a un sistema marcado como en preparación para ser absorbido por la superpotencia de Aisling en semanas posteriores. Panov eligió HIP 118062 como destino.

El viaje hasta allí fue sosegado. Y así Panov pudo completar la primera entrega para la causa de Aisling. Ya se sentía parte integrante de la superpotencia; una parte minúscula, apenas un átomo de una gran superestructura. Pero parte de ella, sin duda.

Panov, bastante satisfecho de sí mismo, puso rumbo al sistema Yaque. Sus trabajos para las facciones de dicho sistema habían incrementado su reputación, lo que le daba acceso a mejores misiones. Pero cambió su destino de la estación Yaque Hague (que le traía amargos recuerdos del día anterior) por Barnwell Port. Nave nueva, hogar nuevo, caras nuevas… y nuevo Panov, un poco más maduro y seguro de sí mismo que el desquiciado Panov de la noche anterior.

Oselin Oselin Reviewed by Pablo Barroso on 18:44 Rating: 5

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